Ya no hay dudas respecto a que la vitamina D interviene en los mecanismos de regulación del sistema inmunológico. De hecho, su déficit ha sido asociado a la aparición de enfermedades inmunológicas, infecciones, cáncer y dolencias crónicas no transmisibles (afecciones cardiovasculares, obesidad y diabetes tipo 2).
Podemos cubrir una parte de las necesidades de vitamina D exponiéndonos unos minutos al sol. Sin embargo, el aporte a través de la dieta es muy importante y necesario: trucha, salmón, lácteos no descremados y bebidas vegetales.
Si bien es de suma importancia la vitamina D en nuestro cuerpo, no debemos abusar. Considera siempre ir al doctor para que te realice exámenes de sangre y vea si realmente necesitas de esta vitamina en tu cuerpo.