Hoy en día, los desafíos en la educación escolar incluyen la importante tarea de promover hábitos de vida saludables. Esto implica no solo educar sobre la alimentación balanceada y adecuada para cada etapa de crecimiento, sino también promover la actividad física diaria.
Es fundamental abordar factores clave como la prevención del consumo de alcohol y tabaco, la alimentación, la actividad física y la salud emocional. Especialmente preocupante es el alto consumo de alcohol entre jóvenes de 14 a 18 años, seguido del tabaco. Para enfrentar esto, se está implementando un programa de educación en salud en escuelas, enfocado en prevenir el uso de estas sustancias, con el fin de que los centros educativos se sumen a esta iniciativa.
Otro gran desafío es la obesidad infantil, en gran parte provocada por una mala alimentación: alimentos altos en grasas y azúcares, porciones excesivas y falta de horarios regulares. A esto se suma el sedentarismo, que se ha convertido en una epidemia, debido al uso excesivo de pantallas y la falta de tiempo para actividades al aire libre en familia.
¿Cómo prevenir la obesidad infantil?
Expertos recomiendan una alimentación saludable y actividad física regular como las mejores soluciones. Las dietas estrictas no son adecuadas para niños en crecimiento. Aquí algunos consejos clave:
- Educar sobre qué alimentos consumir y cómo leer etiquetas.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales.
- Evitar productos refinados y azucarados.
- Cocinar de manera atractiva y saludable.
- Fomentar actividades físicas a través del juego o el deporte.
¡Es momento de crear hábitos saludables que perduren!