Muchas veces el día a día nos atrapa y nos damos cuenta cuando ya estamos estresados. Dolor de cabeza, poca concentración y dificultad para dormir son algunos de los síntomas que nos estarían alertando de que sufrimos estrés. Aunque éste es una respuesta de adaptación del organismo frente a diversas situaciones, muchas veces se nos va de las manos.
Para que no te pase, sigue estos consejos:
- Fíjate en lo positivo, e integra ese aprendizaje para la próxima ocasión. Reemplaza el “no puedo” por el “cómo puedo”.
- Sé consciente de tus pensamientos ya que influyen en cómo percibimos, valoramos y actuamos en cada situación. Cuando te encuentres en una situación complicada, elimina los pensamientos negativos y céntrate en los positivos, “¿qué puedo sacar de bueno de esto?”.
- No te sobrecargues de actividades y sé realista con lo que puedes hacer. No te compares con el resto, ya que cada persona tiene unos mapas personales propios diferentes a los tuyos.
- Concédete la oportunidad de fallar, equivocarte, aprende de los errores y lograrás crecer interiormente.
- Aprende a delegar, busca el apoyo de otros.
- Haz ejercicio al aire libre.
- Programa actividades sociales.
- Cuida tu alimentación.