El cuerpo humano está compuesto aproximadamente del 60% de agua, el cerebro del 70% y la sangre del 80%, por ello el agua, además de quitarnos la sed, cumple una serie de importantes funciones para nuestro organismo.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua es esencial para el cuerpo humano en cualquier etapa de la vida porque ayuda a regular la temperatura corporal, manteniendo la piel hidratada y elástica, lubricando articulaciones y órganos y manteniendo una buena digestión.
Cuando estamos deshidratados, el nivel de agua que contiene nuestra sangre disminuye lo que dificulta su circulación y como consecuencia nuestros órganos y músculos reciben un nivel menor de los nutrientes y del oxígeno que necesitan para funcionar correctamente.
¿Cuáles son los beneficios de tomar agua?
- Mantiene nuestras células nutridas y oxigenadas
La hidratación está vinculada con el transporte de nutrientes (hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, etc.) y oxígeno a las células. Además, participa en la eliminación de sustancias de desecho del metabolismo celular. Todo esto contribuye a la correcta función celular del organismo.
- Protege nuestros órganos vitales
Tomar agua promueve la digestión, estabiliza los latidos del corazón, controla la presión arterial, protege órganos y tejidos, incluidos los ojos, los oídos y el corazón.
- Ayuda a eliminar desechos de nuestro organismo
El consumo adecuado de agua es esencial para que los riñones funcionen bien, ayudándolos a eliminar residuos y nutrientes innecesarios a través de la orina. Los riñones regulan los niveles de agua del cuerpo aumentando o reduciendo el flujo de orina.
- Mejora nuestro estado de ánimo y nos ayuda a la concentración
Cuando estamos deshidratados, nuestro cerebro envía una señal para lograr retener el agua en nuestro cuerpo por más tiempo. Sin agua, perdemos energía, nuestra piel se seca y hasta nos ponemos de mal humor
Estar bien hidratados nos ayuda a realizar nuestras actividades diarias con más facilidad y sentirnos menos fatigados.
Se recomienda consumir de 2 a 3 litros de agua diariamente, aunque las necesidades pueden variar de acuerdo a edad, sexo, dieta y tipo de actividad física.